sábado, 25 de diciembre de 2021

FIESTA DE LA NAVIDAD


-Textos:

            -Is 52, 7-10

            -Sal 97, 1-3abcd-4. 5-6

            -Heb 1, 1-6

            -Jn 1, 1-18

 “El Verbo era Dios… y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”

Feliz Navidad! A pesar de la pandemia, a  pesar del encarecimiento de la vida, a pesar de tantos que no pueden pagar el piso o no encuentran trabajo…

Donde está Jesucristo nace y renace la alegría. El regaló que Dios nos hizo en la primera Navidad vale más que todo el mal que podamos padecer. Donde abundó el pecado sobreabundó la gracia… Jesucristo es gracia, bendición en la prosperidad y es esperanza, y fuerza para luchar  frente al dolor y las dificultades.

Dios, el Eterno y el omnipotente ha entrado en el tiempo y en nuestra historia. Y la historia del mundo se ha hecho historia de salvación, nuestra historia  es el lugar donde fraguamos nuestra salvación: Nuestra historia pobre y fugaz tiene un valor inmenso, es la moneda con la que adquirimos la salvación eterna, la felicidad infinita que Dios puede y quiere darnos.

¿Qué tenemos que hacer?

 “A Dios nadie le ha visto nunca, el Unigénito, Jesucristo, nos lo ha dado a conocer”.

Seguir a Jesús. “Él es el camino, la verdad y la vida”. “Dios escoge lo débil del mundo para confundir a los fuerte”. Porque nuestra fuerza está en Dios. Confiar en Dios. Creer es  estar convencido que en cumplir y amar la voluntad de Dios está la felicidad en este mundo y en el otro. Jesucristo nos lo ha dado a conocer, todo el ideal de su vida, todo su programa  fue “cumplir la voluntad de su Padre. Su Padre no le libro de las penalidades de este mundo, pero tampoco le falló, lo resucitó y para constituirlo en Salvador y Rey.


 “Hoy contemplado el portal de Belén, dejemos que hable Dios, oigamos la letra del canto de los ángeles, hagámonos sencillos y humildes como los pastores y tomemos en serio la palabra del evangelio: "A Dios nadie lo ha visto nunca, Jesucristo el Hijo de Dios nos lo ha dado a conocer”. Y dejemos que nuestro corazón se deje ganar por lo que siente y lo que contempla en el portal de Belén. Y hagámonos de Jesús, seamos  de los discípulos de Jesús, propongámonos ser como Jesús, vivamos en intimidad con Jesús, y dediquémonos a la misión de Jesús.