viernes, 22 de julio de 2022

FIESTA DE SANTA MARIA MAGDALENA


-Textos:

            -Cant 3, 1-4

            -Sal 62, 2. 3-4. 5-6. 8-9

            -2 Co 5, 14-17

            -Jn 20, 1-2. 11-18

 

“Buscaba al amor de mi alama: lo busqué y no lo encontré”

Los deseos buenos, qué gracia tan grande!

Mi alma está sedienta de ti, mi alma tiene sed de ti…”. “Como suspira la cierva…”

Principio y fuente de nuestra vocación. Testimonio para el mundo. Porque nos hiciste, Señor para ti…

Pero los deseos pueden apagarse: las experiencias negativas, al caer  el vigor de nuestro cuerpo… Los buenos deseos, hay que alimentarlos y hay que llevarlos a la práctica.

Mª Magdalena: Perseverante en y alentando y alentada por los buenos deseos, sobreponiéndose al desaliento y a las contrariedades…

“¡María”: “Rabboní”

Jesucristo no defrauda los deseos que él mismo ha despertado en nuestro corazón… Pero Jesucristo pide que no nos quedemos  anclados en el encanto de nuestros deseos. Nos pide que estemos abiertos a lo nuevo, a la transformación de nuestros deseos.

“No  anteponer nada al amor de Cristo”: “Nos apremia el amor de Cristo”  ¡Qué gracia tan grande la de san Pablo! “Cristo murió por todos, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para el que  murió y resucitó por nosotros”.

 “Suéltame”: Podemos alcanzar esta gracia, si la pedimos, la meditamos: si estamos dispuestos a aceptar el desgarro de desprendernos permanentemente de nuestros deseos y de nuestras necesidades, y nos vaciamos, y nos dejamos impactar por el amor a Cristo crucificado.

“Anda, ve a mis hermanos”: El deseo de Dios se transforma en amor a Cristo y Cristo crucificado. El amor a Cristo y Cristo crucificado, nos envía al amor a los hermanos.)