domingo, 28 de marzo de 2021

DOMINGO DE RAMOS

-Textos:

       -Is 50, 4-7

       -Sal 21, 8-9. 17-18ª. 19-20. 23-24

       -Fil 2, 6-11

       -Mc 14, 1-15, 47


Introducción a la proclamación de la Pasión según S. Marcos

El evangelista san Marcos, inspirado por el Espíritu Santo, escribió la Pasión del Señor, y todo el libro de su evangelio, con el objetivo de responder a una pregunta: ¿Quién es Jesús? Los fariseos le preguntaron en varios momentos de su vida pública: ¿Quién eres tú?; el mismo Jesús en un momento importante para los discípulos y para él, pregunta: “¿Y vosotros quien decís que soy yo?”.

El relato de la pasión da respuesta esta pregunta: Jesús es el Mesías de Dios y Jesús es el Hijo de Dios. Jesús es el Mesías prometido y enviado por Dios para salvar a Israel y a todos los hombres, Jesús el Hijo de Dios que obedece y cumple la voluntad de su Padre, Dios, y da la vida para redimir al mundo.

Pero san Marcos revela estas verdades añadiendo una verdad muy importante: Jesús, Mesías e Hijo de Dios, se manifiesta ante los judíos y ante el mundo, no como un príncipe o un emperador, sino como una persona pobre, humilde y crucificada. Este hecho es el que provoca el drama de Jesús, que se desarrolla a lo largo de la lectura de su pasión. ¡Dichoso quien no se escandaliza de éste misterio! Los fariseos, las autoridades judías, al final el pueblo y hasta los discípulos más íntimos se escandalizaron. Solo una minoría, unas pocas mujeres se compadecen de Jesús, y, ¡atención!, un pagano, el Centurión, grita y revela el misterio: “Verdaderamente, este hombre era Hijo de Dios!

Escuchemos el relato de la pasión del Señor, con un interrogante clavado en el alma: “Y vosotros, ¿Quién decís que soy yo?”