Salmo 50 (49)

Ofrece a Dios un sacrificio
de alabanza,
cumple tus votos al Altísimo
Salmo de peregrinación.
La palabra de Dios por medio de un profeta.
De escucha.

Tema


Este salmo no es una oración dirigida a Dios por el hombre mismo, sino que es Dios quien se dirige a su pueblo. El pueblo de Israel no ha cumplido la alianza que Dios le dio, y el Dios juez le recuerda las cláusulas de esa alianza, tras haberle convocado a su presencia. Cuando examinamos nuestra vida, es fácil justificarnos, pero cuando sometemos todo a la luz de la Palabra de Dios, no podemos guardar en nosotros dioses falsos. La Iglesia debe escuchar siempre con interés este salmo para alejar de sí a los falsos dioses. El verdadero culto tiene sus exigencias. Escuchar la Palabra de Dios así, también es hacer oración.
   1-6: La manifestación de Dios y la llamada a juicio. Dios asigna como testigo de su lealtad a la naturaleza.
   7-15: La petición de Dios.
   7: Introducción: El mensaje de Dios por medio de  un profeta.
   8-13: Lo que Dios no pide a su pueblo: el valor de  los sacrificios.
   4-15: Lo que pide Dios a su pueblo.
 16-22: Porque no han cumplido el compromiso o la alianza, Dios acusa a su pueblo.
 16-17: Pregunta.
 18-20: en qué ha fallado el pueblo.
 21: Le echa en cara su falta
 22: Amenaza.
 23: Resumen del salmo: De la misma forma que la palabra de Dios acusa el pecado, salva al pecador. Esa manera de actuar difiere mucho de la manera de actuar del hombre.

Salmo


  1 El Dios de los dioses, el Señor, habla:
     convoca la tierra de oriente a occidente.

  2 Desde Sión, la hermosa, Dios resplandece:

  3 viene nuestro Dios y no callará.
     Lo precede fuego voraz,
     lo rodea tempestad violenta.

  4 Desde lo alto convoca cielo y tierra,
     para juzgar a su pueblo:

  5 «Congregadme a mis fieles
     que sellaron mi pacto con un sacrificio».

  6 Proclame el cielo su justicia:
     Dios en persona va a juzgar.

  7 «Escucha pueblo mío, que voy a hablarte:
     Israel, voy a dar testimonio contra ti
     Yo, Dios, tu Dios.

  8 No te reprocho tus sacrificios,
     pues siempre están tus holocaustos ante mí.

  9 Pero no aceptaré un becerro de tu casa
     ni un cabrito de tus rebaños:

10 pues las fieras de las selvas son mías,
     y hay miles de bestias en mis montes.

11 Conozco todos los pájaros del cielo,
     tengo a mano cuanto se agita en los campos.

12 Si tuviera hambre, no te lo diría:
     pues el orbe y cuanto lo llena es mío.

13 ¿Comeré yo carne de toros,
     beberé sangre de cabritos?

14 Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza,
     cumple tus votos al Altísimo,

15 e invócame el día del peligro:
     yo te libraré, y tú me darás gloria».

16 Dios dice al pecador:
     «¿Por qué recitas mis preceptos,
     y tienes siempre en la boca mi alianza,

17 tú que detestas mi enseñanza,
     y te echas a la espalda mis mandatos?

18 Cuando ves un ladrón, corres con él,
     te mezclas con adúlteros;

19 sueltas tu lengua para el mal,
     tu boca urde el engaño;

20 te sientas a hablar contra tu hermano,
     deshonras al hijo de tu madre:

21 esto haces, ¿y me voy a callar?
     ¿crees que soy como tú?
     Te acusaré, te lo echaré en cara».

22 Atención los que olvidáis a Dios,
     no sea que os destroce sin remedio.

23 El que me ofrece acción de gracias,
     ése me honra;
     al que sigue buen camino
     le haré ver la salvación de Dios.

Palabras clave


- El juicio de Dios: Convoca la tierra (1), resplandece (2), viene y no callará (3), fuego voraz (3), le rodea tempestad violenta (3), convoca cielo y tierra (4), para juzgar a su pueblo (4), proclame su justicia (6), va a juzgar (6), reprocho (8).
- Alianza: Sellaron mi pacto (5), mi alianza (16), mis preceptos (16), mis mandatos (17), congregadme (5), escucha pueblo mío (7), yo tu Dios (7), cumple tus votos (14).
- El pecado: Detestas mi enseñanza (17), te echas a la espalda mis mandatos (17), cuando ves un ladrón corres con él (18), sueltas tu lengua para el mal (19), tu boca urde el engaño (19), te sientas a hablar contra tu hermano (20), deshonras al hijo de tu madre (20), olvidáis a Dios (22).
- El verdadero sacrificio: Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza (14), invócame el día del peligro (15), cumple tus votos (14), me darás gloria (15), ése me honra (3)
- Salvación: Yo te libraré (15), le haré ver la salvación de Dios (23).

La luz del nuevo testamento


“¡No penséis que he venido a derogar la Ley o los Profetas! No he venido a derogar, sino a dar cumplimiento” (Mt 5, 17).
“No basta decirme: ¡Señor, Señor!, para entrar en el Reino de Dios; no, hay que poner por obra la voluntad de mi Padre del cielo” (Mt 7, 21).
“Se acerca la hora, o mejor dicho ha llegado, en que los que dan culto auténtico al Padre con espíritu y verdad; pues de hecho el Padre busca hombres que le den culto así” (Jn 4, 23-24).
“Por esa misericordia de Dios os suplico, hermanos, que ofrezcáis vuestra propia existencia como sacrificio vivo, consagrado, agradable a Dios, como vuestro culto auténtico; y no os amoldéis a este mundo, sino dejaos transformar por la nueva mentalidad, para ser vosotros capaces de distinguir lo que es voluntad de Dios, lo bueno, agradable y acabado” (Rom 12, 1-2).

Oración


Dios, juez y salvador,
de oriente a occidente
nos llamas a todos los hombres
y nos juzgas por medio de tu Palabra.
Haz que veamos nuestros pecados,
y que así alcancemos nuestra salvación;
que unidos a Cristo, y con un corazón leal,
te ofrezcamos lo bueno, lo excelente,
y lo que te agrada.