Salmo 72 (71)

El librará al pobre
que clamaba.
Salmo real. Mesiánico.

Tema


Oración a Dios a favor de un rey de Israel. Para comprender bien este salmo y rezarlo en su autenticidad, es necesario tener en cuenta la importancia que tenía el rey para el pueblo de Israel, pues era el vicario de Dios. En toda sucesión, un rey nuevo suscitaba una nueva esperanza en el pueblo. Los israelitas esperaban que el rey, puesto que era el representante de Dios, les trajera la justicia de Dios, la paz, la ayuda necesaria a los necesitados y la abundancia de la tierra, según habían anunciado los profetas. Este salmo ha brotado de esa esperanza viva. También hoy debemos rezar este salmo con ese temple, pidiendo que la salvación de Jesucristo se extienda por todo el mundo a través de la Iglesia.
  1-2: Se le pide a Dios que la autoridad del rey sea recta.
  3-7: La paz y la felicidad para el pueblo.  
  8-11: Tendrá la soberanía sobre todos los pueblos. Se le someterán también los enemigos.
12-15: Una de las tareas más importantes del rey será la de proteger a los desvalidos.
16-17: La prosperidad de la tierra, consecuencia del acierto del rey. Por eso se ensalza al rey.
18-19: Un apéndice añadido para terminar el segundo libro de los salmos: Himno a Dios porque es la fuente de todos estos bienes.

Salmo


  1 Dios mío, confía tu juicio al rey,
     tu justicia al hijo de reyes:

  2 para que rija a tu pueblo con justicia,
     a tus humildes con rectitud.

  3 Que los montes traigan paz
     y los collados justicia.

  4 Que él defienda a los humildes del pueblo,
     socorra a los hijos del pobre
     y quebrante al explotador.

  5 Que dure tanto como el sol,
     como la luna, de edad en edad;

  6 que baje como lluvia sobre el césped,
     como llovizna que empapa la tierra;

  7 que en sus días florezca la justicia
     y la paz hasta que falte la luna;

  8 que domine de mar a mar,
     del Gran Río al confín de la tierra.

  9 Que en su presencia se inclinen los rivales,
     que sus enemigos muerdan el polvo;

10 que los reyes de Tarsis y de las islas
     le paguen tributos;
     que los reyes de Saba y de Arabia
     le ofrezcan sus dones,

11 que se postren ante él todos los reyes,
     y todos los pueblos le sirvan:

12 porque él librará al pobre que clamaba,
     al afligido que no tenía protector;

13 él se apiadará del pobre y del indigente,
     y salvará la vida de los pobres;

14 él rescatará sus vidas de la violencia,
     su sangre será preciosa a sus ojos.

15 Que viva y le traigan el oro de Saba,
     que recen por él continuamente
     y lo bendigan todo el día.

16 Que haya trigo abundante en los campos,
     y susurre en lo alto de los montes;
     que den fruto como el Líbano,
     y broten las espigas como hierba del campo;

17 que su nombre sea eterno,
     y su fama dure como el sol:
     que él sea la bendición de todos los pueblos,
     y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra.

18 Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
     el único que hace maravillas;

16 bendito por siempre su nombre glorioso,
     que su gloria llene la tierra.
     ¡Amén, amén!

Palabras clave


- Necesitados: Para que rija a tus humildes con rectitud (2), que defienda a los humildes del pueblo (4), socorra a los hijos del pobre (4), al pobre que clamaba (12), al afligido que no tenía protector (12), el se apiadará del pobre y del indigente (13), salvará la vida de los pobres (13), Él rescatará sus vida de la violencia (14).
- Juicio: Confía tu juicio al rey (1), tu justicia al hijo de reyes (1), que rija a tu pueblo con justicia (2), que en sus días florezca la justicia (7).
- Paz: Que los montes traigan paz (3), la paz hasta que falte la luna (7), que haya trigo abundante en los campos (16), broten las espigas como hierba del campo (16).

La Luz del Nuevo Testamento


“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido para que dé la buena noticia a los pobres. Me ha enviado para anunciar la libertad a los cautivos y la vista a los ciegos, para poner en libertad a los cautivos y la vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos, para proclamar el año de gracia del Señor. Hoy, en vuestra presencia, se ha cumplido este pasaje” (Lc 4, 18-19.21).
“Abrieron sus cofres y como regalos le ofrecieron oro, incienso y mirra” (Mt 2, 11).
“Os deseo la paz, la mía; y manera de dárosla no es la del mundo. No estéis agitados ni tengáis miedo” (Jn 14, 27).
“Dichosos los que trabajan por la paz, porque se llamarán hijos de Dios” (Mt 5, 9).

Oración


¡Oh Emmanuel!, Rey de reyes.
Enviado del Padre
para traer la paz y la justicia al mundo.
Has proclamado la Buena Nueva
a los pobres con palabras y obras.
Líbranos de la tentación
de la violencia y de dominio.
Que anunciemos tu salvación en nuestro pueblo
siendo constructores de paz,
y que todos los pueblos descubran,
siguiendo tu Evangelio,
en el mutuo amor,
la grandeza que corresponde a los hijos de Dios.