Salmo 94 (93)

Dios será
mi roca de refugio.
Salmo de súplica.
Tiene también elementos de los salmos sapienciales.

Tema


Las oraciones de los israelitas tenían muy presente  la vida diaria de los hombres: los trabajos, alegrías, llantos, dificultades, etc. Este salmo expone una situación dura del pueblo: No hay rectitud en el pueblo; los jefes y jueces tienen al pueblo oprimido (5); sobre todo los pobres se encuentran en una situación angustiosa (6). El salmista siente en lo más hondo el llanto del pueblo: Tiene muy en cuenta la dignidad del hombre. Así mismo pone en Dios toda su confianza, y a El acude pidiendo justicia. La fe no suprime totalmente las dificultades, pero aporta luz y vigor para vivir (12-15). El salmista, además de eso sabe que el hombre tiene que luchar para erradicar del mundo la injusticia (16). Pero la respuesta adecuada ante las injusticias del mundo es que cada uno se ponga en las manos de Dios (21-22). Este es el camino que nos ha enseñado Cristo, al soportar la injusticia de la cruz. Desde que el Padre resucitó a Cristo de entre los muertos, todos llevamos en el corazón la luz y la fuerza para enfrentarnos con la injusticia.
  1-2: Súplica a Dios, pidiendo que venga a hacer justicia.
  3-7: Expresa la situación lastimosa del pueblo: es obra de los orgullosos y de los malhechores.
  8-11: El salmista, a semejanza de los sabios, llama a los malvados a que vuelvan al buen camino.
12-15: Felicidad de los justos:
16-23: Parece que el salmista expone su propia situación. Además del pueblo, él también se encuentra oprimido. Pero tiene plena confianza en Dios.

Salmo


  1 Dios de la venganza, Señor,
     Dios de la venganza, resplandece.

  2 Levántate, juzga la tierra,
     paga su merecido a los soberbios.

  3 ¿Hasta cuándo, Señor, los culpables,
     hasta cuándo triunfarán los culpables?

  4 Discursean profiriendo insolencias,
     se jactan los malhechores;

  5 trituran, Señor, a tu pueblo,
     oprimen a tu heredad;

  6 asesinan a viudas y forasteros,
     degüellan a los huérfanos,

  7 y comentan: «Dios no lo ve,
     el Dios de Jacob no se entera».

  8 Enteraos, los más necios del pueblo,
     ignorantes ¿Cuándo discurriréis?

  9 El que plantó el oído, ¿no va a oír?
     El que formó el ojo, ¿no va a ver?

10 El que educa a los pueblos, ¿no va a castigar?
     El que instruye al hombre, ¿no va a saber?

11 Sabe el Señor que los pensamientos del hombre
     son insustanciales.

12 Dichoso el hombre a quien tú educas,
     al que enseñas tu ley,

13 dándole descanso tras los años duros,
     mientras al malvado le cavan la fosa;

14 porque el Señor no rechaza a su pueblo,
     ni abandona su heredad:

15 el justo obtendrá su derecho,
     y un porvenir, los rectos de corazón.

16 ¿Quién se pone a mi favor contra los perversos,
     quién se coloca a mi lado frente a los malhechores?

17 Si el Señor no me hubiera auxiliado,
     ya estaría yo habitando en el silencio.

18 Cuando me parece que voy a tropezar,
     tu misericordia, Señor, me sostiene;

19 cuando se multiplican mis preocupaciones,
     tus consuelos son mi delicia.

20 ¿Podrá aliarse contigo un tribunal inicuo
     que dicta injusticias en nombre de la ley?

21 Aunque atenten contra la vida del justo
     y condenen a muerte al inocente,

22 el Señor será mi alcázar,
     Dios será mi roca de refugio.

23 Él les pagará su iniquidad,
     los destruirá por sus maldades,
     los destruirá el Señor nuestro Dios.

Palabras clave


- Enemigos: Soberbios (2), malvados (13), perversos (16), malhechores (4.16), necios (8), ignorantes (8).
- Juicio: Resplandece (1), levántate (2), juzga la tierra (2), paga su merecido a los soberbios (2), el justo obtendrá su derecho (15).
- Confianza: Dándole descanso tras los años duros (13), el Señor no rechaza a su pueblo (14), no abandona su heredad (14), tu misericordia, Señor, me sostiene (18), tus consuelos son mi delicia (19).

La luz del Nuevo Testamento


“Rechazasteis al santo, al justo, y pedisteis el indulto de un asesino; matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó, nosotros somos testigos” (Hch 3,14-15).
“Cuando le insultaban no devolvía el insulto, mientras padecía no profería amenazas; al contrario, se ponía en manos del que juzga rectamente” (1 Pe 2, 23).
“Ahora comienza el juicio contra el orden presente, y ahora el jefe del mundo éste va a ser echado fuera” (Jn 12, 31).
“Nuestra lucha no es contra hombres de carne y hueso, sino contra las soberanías, contra las autoridades, contra los jefes que dominan en estas tinieblas, contra las fuerzas sobrehumanas y supremas del mal” (Ef 6, 12).
“No os toméis la venganza, dejad lugar al castigo, porque dice el Señor en la Escritura: Mía es la venganza” (Rom 12,19).

Oración


Dios Todopoderoso,
Tú ves las violencias que se dan entre nosotros,
nuestros odios, opresiones e injusticias.
Conoces todas nuestras intenciones,
pero te mantienes en silencio.
También a tu Hijo lo mataron
injustamente en la cruz,
pero hablaste al resucitarle de entre los muertos.
Danos la gracia y la fuerza
para que no respondamos al mal con mal.
También en nuestros días oscuros
recordamos tu amor eterno;
tus alegrías nos llenan de satisfacción.
Instrúyenos en tu  ley de amor,
para que no guardemos en nuestro corazón
enemistad para  nadie.