Salmo 83 (82)

Reconozcan que tú sólo,
Señor, eres excelso.
Salmo de súplica. Colectivo.

Tema


Los pueblos de los alrededores se han unido contra el pueblo de Dios, e Israel se encuentra en gran peligro. El pueblo entero acude a Dios en este salmo, pidiendo que juzgue al enemigo. Gracias a ese juicio, los extranjeros encontrarán y conocerán al Dios verdadero. También en otras épocas, Dios ha actuado muchas veces contra los enemigos de su pueblo, y el pueblo recuerda victorias de antaño como fuente de su oración y su esperanza. Debemos dar buena acogida a toda la humanidad, pero ante la maldad y las injusticias no podemos permanecer indiferentes, la salvación del hombre y el buen nombre de Dios están en juego diariamente en esta lucha. Este salmo no lo trae la Liturgia de las Horas, debido, sin duda,  a estas expresiones demasiado duras.
  2: Llamada a Dios.
  3-9: Describe la conducta de los enemigos.
10-13: Pide a Dios que juzgue a los enemigos.
14-19: En los castigos contra los enemigos se manifestará la soberanía de Dios.

Salmo


  2 Señor, no te estés callado,
     en silencio e inmóvil, Dios mío,

  3 mira que tus enemigos se agitan,
     y los que te odian levantan la cabeza;

  4 traman planes contra tu pueblo,
     se conjuran contra tus protegidos.

  5 Dicen: «Vamos a aniquilarlos como nación,
     que el nombre de Israel no se pronuncie más».

  6 Están de acuerdo en la conjura,
     y hacen liga contra ti:

  7 los beduinos idumeos, ismaelitas,
     moabitas y agarenos,

  8 Biblos, Amón, Amalec,
     los filisteos con los tirios;

  9 también los asirios se aliaron con ellos
     y prestaron refuerzos a los hijos de Lot.

10 Trátalos como a Madián, como a Sísara,
     como a Jabín, junto al torrente Quisón:

11 que fueron aniquilados en Endor,
     y sirvieron de estiércol para el campo.

12 Trata a sus príncipes como al Cuervo y al Lobo,
     a sus capitanes como a Zebá y Salmaná,

13 que arengaban: «Conquistemos los territorios de Dios».

14 Dios mío, hazlos hojarasca,
     vilanos frente al vendaval.

15 Como fuego que prende en la maleza,
     como incendio que abrasa los montes,

16 persíguelos así con tu tormenta,
     atérralos con tu huracán.

17 Cúbreles el rostro de ignominia,
     para que busquen tu nombre, Señor;

18 abrumados de vergüenza para siempre,
     perezcan derrotados;

19 y reconozcan que tú sólo, Señor,
     eres excelso sobre toda la tierra.

Palabras clave


- Pueblos unidos: Se agitan (3), levantan la cabeza (3), traman planes (4), se conjuran (4), están de acuerdo (6), contra ti (6), también los asirios se aliaron con ellos (9), prestaron refuerzos a los hijos de Lot (9).
- Victoria de Dios: Trátalos como a Madián (10), como a Sísara y Jabín (10), trata a sus capitanes como a Zebá y a Salmaná (12), hazlos hojarasca (14), atérralos con tu huracán (16).
- Conocimiento del verdadero Dios: Que busquen tu nombre, Señor (17), reconozcan que tú sólo, Señor (19), eres excelso sobre toda la tierra (19).

La luz del Nuevo Testamento


“Mirad que yo os mando como ovejas entre lobos: por tanto, sed cautos como serpientes e ingenuos como palomas” (Mt 10, 16).
“El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama” (Mt 12, 30).
“Te basta mi gracia; la fuerza se realiza en la debilidad” (2 Cor 12, 9).
“No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del Malo” (Mt 6,13).

Oración


¡Señor, no te calles, no te canses!
¡Dentro y fuera, en casa y la ciudad,
con qué fuerzas perniciosas
persiguen tu Reino!
En esta lucha diaria,
la victoria de tu Hijo,
nos llena de gozo y de esperanza.
Que llegue, Señor, el día de tu victoria,
no para destruir al enemigo,
sino para que toda la humanidad
Te encuentre y Te conozca