Salmo 49 (48)


El hombre rico e inconsciente
es como un animal que perece.
Salmo sapiencial. Contiene enseñanza.

Tema


Este salmo nos trae la reflexión de un hombre sabio, ante los bienes de este mundo. El salmo ha brotado de la experiencia, y está repleto de enseñanza: La riqueza material no salvará al hombre. Por eso es un salmo para escuchar como palabra de Dios. Esta enseñanza debemos acogerla hoy como pronunciada por Cristo, es Cristo quien habla en este salmo como hombre sabio: Cristo nos trae la experiencia de su vida.
  2-5: Llama al mundo entero, pero sobre todo a los ricos y a los pobres.
  6-12: La riqueza no salvará al hombre, pues con la muerte pierde todo.
13: En una frase breve presenta el contenido del salmo.
14-20: La suerte de los ricos y los pobres en el futuro no será igual: Los ricos bajarán al Abismo y jamás verán la luz. En cambio los pobres, serán acogidos por Dios.
21: Resumen en el que se condensa todo el contenido del salmo.

Salmo


  2 Oíd esto, todas las naciones,
     escuchadlo, habitantes del orbe:

  3 plebeyos y nobles,
     ricos y pobres.

  4 Mi boca hablará sabiamente,
     y serán muy sensatas mis reflexiones;

  5 prestaré oído al proverbio
     y propondré mi problema al son de la cítara.

  6 ¿Por qué habré de temer los días aciagos,
     cuando me cerquen y acechen los malvados

  7 que confían en su opulencia
     y se jactan de sus inmensas riquezas,

  8 si nadie puede salvarse
     ni dar a Dios un rescate?

  9 Es tan caro el rescate de la vida,
     que nunca les bastará
 
10 para vivir perpetuamente,
     sin bajar a la fosa.
 
11 Mirad: los sabios mueren,
     lo mismo que perecen los ignorantes y necios,
     y legan sus riquezas a extraños.
 
12 El sepulcro es su morada perpetua,
     y su casa de edad en edad,
     aunque hayan dado nombre a países.
 
13 El hombre no perdura en la opulencia,
     sino que perece como los animales.
 
14 Éste es el camino de los confiados,
     el destino de los hombres satisfechos:
 
15 son un rebaño para el abismo,
     la muerte es su pastor,
     y bajan derechos a la tumba;
     Se desvanece su figura,
     y el Abismo es su casa.
 
16 Pero a mí Dios me salva,
     me saca de las garras del Abismo
     y me lleva consigo.
 
17 No te preocupes si se enriquece un hombre
     y aumenta el fasto de su casa:
 
18 cuando muera, no se llevará nada,
     su fasto no bajará con él.
 
19 Aunque en vida se felicitaba:
     «Ponderan lo bien que lo pasa»,
 
20 irá a reunirse con sus antepasados,
     que no verán nunca la luz.
 
21 El hombre rico e inconsciente
     es como un animal que perece.

Palabras clave


- La confianza de los ricos: Confían en su opulencia (7), se jactan de sus inmensas riquezas (7).
- La impotencia del hombre ante la muerte: Nadie puede salvarse (8), ni dar a Dios un rescate (8), es tan caro el rescate de su vida (9), nunca les bastará (9), para vivir sin bajar a la fosa (10)
- La mano de Dios: Me saca de las garras del Abismo (16), me lleva consigo (16).

La luz del nuevo Testamento


“Ya sabéis lo generoso que fue nuestro Señor Jesucristo: siendo rico, se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza” (2 Cor 8, 9).
“Insensato, esta noche te van a reclamar la vida. Lo que te has preparado, ¿para quien será? Eso le pasa al que amontona riquezas para sí y no es rico en lo que quiere Dios” (Lc 12, 20-21).
“¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero, si malogra su vida? ¿Y qué podrá dar para recobrarla?” (Mt 16, 26).
“Os aseguro que con dificultad entrará un rico en el Reino de Dios” (Mt 19, 23).

Oración


Señor Jesús,
eras rico,
te hiciste pobre por nosotros
con la muerte en cruz,
y nos concediste el rescate
de nuestra vida.
Libéranos de nuestras falsas confianzas,
orienta nuestros pasos en el camino del evangelio
y convéncenos de que
los pobres de corazón
entrarán en el Reino de los cielos.