Salmo 41 (40)

 El que comía ni pan
es el primero en traicionarme.
Salmo de súplica individual.
Agradecido y confiado.

Tema


Un enfermo pide a Dios la salud y la felicidad. Sufre dolores agudos en su cuerpo, pero aún son mayores los que le vienen de los enemigos: Sobre todo, la ingratitud de los amigos le produce gran dolor. ¿Le habrá dejado también Dios de su mano? Oración de la Pasión de Jesús.
  2-4: Menciona la dicha del que ayuda al pobre. De todas formas, el salmista aquí da cuenta de su manera de actuar, y gracias al cuidado que ha tenido del pobre, Dios escuchará su petición.
  5-10: Después de confesar sus pecados, menciona la dureza de los enemigos.
11-13: Petición a Dios con confianza. Su felicidad será vivir en la presencia Dios.
14: Final del primer libro de los salmos: Añadido después a este salmo.

Salmo


  2 Dichoso el que cuida del pobre y desvalido,
     en el día aciago lo pondrá a salvo el Señor.

  3 El Señor lo guarda y lo conserva en vida
     para que sea dichoso en la tierra,
     y no lo entrega a la saña de sus enemigos.

  4 El Señor lo sostendrá en el lecho del dolor,
     calmará los dolores de su enfermedad.

  5 Yo dije: “Señor, ten misericordia,
     sáname, porque he pecado contra ti”.

  6 Mis enemigos me desean lo peor:
     “A ver si se muere y se acaba su apellido”.

  7 El que viene a verme habla con fingimiento
     disimula su mala intención,
     y cuando sale afuera, la dice.

  8 Mis adversarios se reúnen a murmurar contra mí,
     hacen cálculos siniestros:

  9 “Padece un mal sin remedio,
     se acostó para no levantarse”.

10 Incluso mi amigo de quien yo me fiaba,
     y que compartía mi pan,
     es el primero en traicionarme.

11 Pero tú, Señor, apiádate de mí,
     haz que pueda levantarme,
     para que yo les dé su merecido.

12 En esto conozco que me amas:
     en que mi enemigo no triunfa de mí.

13 A mí en cambio me conservas la salud,
     me mantienes siempre en tu presencia.

14 Bendito el Señor, Dios de Israel,
     ahora y por siempre. Amén, amén.

Palabras clave


- Actuación de los enemigos: Saña de sus enemigos (3), me desean lo peor (6), habla con fingimiento (7), disimula su mala intención (7), se reúnen a murmurar contra mí (8), es el primero en traicionarme (10).
- Salud: Lo pondrá a salvo el Señor (2), lo guarda (3), lo  conserva en vida (3), para que sea dichoso en la tierra (3), el Señor lo sostendrá (4), sáname (5), haz que pueda levantarme (11), me conservas la salud (13).

La Luz del Nuevo Testamento


“Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar: uno que está comiendo conmigo” (Mc 14, 18).
“Dichosos los misericordiosos porque ellos alcanzarán misericordia” (Mt 5, 7).
“En mi interior di por descontada la sentencia de muerte; así aprendí a no confiar en mí mismo, sino en Dios, que resucita a los muertos. El me salvó y me salvará de tan tremendos peligros de muerte” (2 Cor 1, 9-10).

Oración


Señor, Dios nuestro,
tú lo puedes todo:
Tú nos guardas y nos mantienes en vida.
Confesamos los pecados que hemos cometido contra ti.
Deseamos ardientemente la felicidad plena.
Concédenos disfrutar de tu gran amor en la tierra,
y unidos a Jesucristo
podamos alcanzar
 la felicidad de permanecer en tu presencia,
bendiciéndote eternamente.