Salmo 3


Me has escuchado
y tú mantienes alta mi cabeza.
Salmo de súplica. Individual.
De confianza.

Tema


Uno que se encuentra rodeado de enemigos invoca al Señor con confianza.
2-3: Clama a Dios, contándole su situación angustiosa.
4-5: Se dirige a Dios directamente, y Dios le escucha.
6-7: Manifiesta la confianza que tiene en Dios.
8: Súplica: está seguro de que Dios le librará de la mano del  enemigo.
9: Manifestando su confianza, también pide ayuda para el pueblo.

Salmo


2  Señor, cuántos son mis enemigos,
    cuántos se levantan contra mí;

3  cuántos dicen de mí:
    “Ya no le protege Dios”.

4  Pero tú, Señor, eres mi escudo y mi gloria,
    tú mantienes alta mi cabeza.

5  Si grito invocando al Señor,
    él me escucha desde su monte santo.

6  Puedo acostarme y dormir y despertar:
    el Señor me sostiene.

7  No temeré al pueblo innumerable
    que acampa a mi alrededor.

8  Levántate, Señor,
    sálvame, Dios mío:
    tú golpeaste a mis enemigos en la mejilla,
    rompiste los dientes de los malvados.

9  De ti, Señor, viene la salvación
    y la bendición sobre tu pueblo.

Palabras clave


- Ataque del enemigo: Se levantan contra mí (2), cuántos (2), innumerables (7), acampa a mi alrededor (7), ya no lo protege Dios (3).
- Confianza en Dios: Levántate (8), mi escudo (4), mi gloria  (4), tú mantienes alta mi cabeza (4), me sostiene (6), sálvame (8), de ti, Señor, viene la salvación (9), la bendición (9).

La Luz del Nuevo Testamento


 “¡Había puesto su confianza en Dios! Si de verdad lo quiere Dios, que lo libre ahora” (Mt 27, 43)
 “Vosotros, por medio de los paganos, lo matasteis en una cruz. Pero Dios lo resucitó” (Hch 2, 23-24)
 “Os aseguro que lloraréis y lamentaréis vosotros mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra pena acabará en alegría… esa alegría vuestra no os la quitará nadie… si alegáis mi nombre, el Padre os dará lo que le pidáis” (Jn 16, 20-23).

Oración


Dios salvador nuestro,
escuchaste el grito de tu Hijo,
cuando los enemigos lo atacaban.
Concédenos cada día tomar parte
en la pasión de Cristo,
para que también seamos uno con El
en su resurrección.