Salmo 35 (34)

Di a mi alma:
Yo soy tu victoria.
Salmo de súplica. Individual.

Tema


Oración de un justo a quien acusan de maldad sin motivo. De aquellos a los que ha hecho el bien, recibe ingratitud: En el juzgado testigos violentos, preguntas maliciosas, injusticias, trampas etc. Gratitud y lamentos, palabras duras contra el enemigo y confiada oración de acción de gracias, en este salmo todo está mezclado. El salmista acude al Dios recto, y aquí reside la fuerza del salmo: El juicio de Dios es recto y no como el de los hombres. Este salmo se ha realizado en la Pasión de Cristo y también se va encarnando en la Iglesia de Dios.
  1-3: Llamada a Dios y petición. Concibe a Dios como a un soldado.
  4-8: Súplica contra el enemigo.
  9-10: Se compromete a dar gracias a Dios.
11-16: Manifiesta lo ocurrido: testigos violentos y enemigos crueles.
17-18: Después de la súplica, manifiesta su intención de dar gracias a Dios.
19-26: Invoca al Dios que juzga con rectitud contra los enemigos.
27-28: Acción de gracias del salmista y de los justos ante Dios Salvador.

Salmo


  1 Pelea, Señor, contra los que atacan,
     guerrea contra los que me hacen guerra;

  2 empuña el escudo y la adarga,
     levántate y ven en mi auxilio;

  3 blande la lanza
     y cierra el paso a los que me persiguen;
     di a mi alma:
     «Yo doy tu victoria».

  4 Sufran una derrota vergonzosa
     los que me persiguen a muerte,
     vuelvan la espalda con ignominia
     los que traman mi daño;

  5 sean paja frente al viento,
     cuando el ángel del Señor los desbarate;

  6 sea su camino oscuro y resbaladizo,
     cuando el ángel del Señor los persiga.

  7 Porque sin motivo me escondían redes,
     me abrían zanjas mortales:

  8 que los sorprenda el desastre imprevisto
     que los enrede la red que escondieron
     y caigan en la zanja que abrieron.

  9 Yo me alegraré con el Señor,
     gozando de su victoria;

10 todo mi ser proclamará:
     «Señor, ¿Quién como tú
     que defiendes al débil del poderoso,
     al pobre y humilde del explotador?».
 
11 Se presentaban testigos violentos:
     me acusaban de cosas que ni sabía,

12 me pagan mal por bien,
     dejándome desamparado.

13 Yo en cambio, cuando estaban enfermos,
     me vestía de saco,
     me mortificaba con ayunos
     y desde dentro repetía mi oración.

14 Como por un amigo o por un hermano,
     andaba triste;
     cabizbajo y sombrío,
     como quien llora a su madre.
15 Pero cuando yo tropecé, se alegraron,
     se juntaron contra mí
     y me golpearon por sorpresa;

16 me laceraban sin cesar,
     cruelmente se burlaban de mí,
     rechinando los dientes de odio.

17 Señor, ¿Cuándo vas a mirarlo?
     defiende mi vida de los que rugen,
     mi único bien de los leones,

18 y te daré gracias en la gran asamblea,
     te alabaré entre la multitud del pueblo.

19 Que no canten victoria mis enemigos traidores,
     que no hagan guiños a mi costa
     los que me odian sin razón;

20 no viven en paz
     ni con gente pacífica,
     traman engaños;

21 se ríen de mi a carcajadas
     diciendo: «Con nuestros ojos lo hemos visto».

22 Señor, tú lo has visto, no te calles,
     Señor, no te quedes a distancia;

23 despierta, levántate, Dios mío,
     Señor mío, defiende mi causa.

24 Júzgame según tu justicia,
     Señor Dios mío, que no triunfen de mí;

25 que no piensen: «¡Qué bien! ¡lo que queríamos!»;
     que no digan «Nos lo hemos tragado».

26 Sufran una derrota afrentosa
     los que se alegran de mi desgracia,
     queden cubiertos de vergüenza y oprobio
     los que se envalentonaban contra mí.

27 Que canten y se alegren
     los que desean mi victoria,
     Que repitan siempre: «Grande es el Señor»
      los que desean la paz a tu siervo.

28 Mi lengua anunciará tu justicia
     todos los días te alabará.

Palabras clave


- Injusticia: Me persiguen (3), me odian sin razón (19), me abrían zanjas mortales (7), testigos violentos (11), me acusaban de cosas que ni sabía (11), me pagan mal por bien (12).
- Dios juez: Defiende mi vida de los que rugen (17), Tú lo has visto, Señor, no te calles (22), despierta, levántate (23), defiende mi causa (23), júzgame según tu justicia (24), tu justicia (28).
- Acción de gracias: Me alegraré con el Señor (9), gozando de su victoria (9), Señor, ¿quién como Tú? (10), te daré gracias (18), te alabaré (18), grande es el Señor (27), mi lengua anunciará tu justicia (28), todos los días te alabará (28).


La luz del Nuevo Testamento


“Si yo no hubiera hecho en presencia de ellos lo que nadie ha hecho; no tendrían culpa; pero ahora han visto y, a pesar de eso, me han odiado a mí y a mi Padre. Así se cumple lo que está escrito en la Ley: Me odiarán a mí sin razón” (Jn 15,24-25).
“Dichosos vosotros cuando os insulten, os persigan y os calumnien de cualquier modo por causa mía. Estad alegres y contentos, que vuestra recompensa será grande en el cielo. Lo mismo persiguieron a los profetas que os han precedido” (Mt 5, 11-12).
“Os he dicho estas cosas para que gracias a mí tengáis paz. En el mundo tendréis apreturas, pero, ánimo, que yo he vencido al mundo” (Jn 16, 33).

Oración


Dios recto,
resucitando a Jesucristo tu Hijo de entre los muertos
le hiciste justicia contra los enemigos.
Levántate también en nuestros días,
ponte a favor de los pobres infelices,
y nos alegraremos de tu salvación.
Que siempre podamos decir:
« ¿Señor, quién como Tú?».
«El Señor es grande»