Salmo 34 (33)

Señor está cerca de los atribulados.
Salmo de acción de gracias. Individual.
Contiene enseñanzas para los demás.
 

Tema


Alguien que posee un corazón humilde quiere manifestar su gozo y felicidad interior a sus semejantes. En la primera parte (2-11), rebosando agradecimiento al Señor, manifiesta su experiencia a otros necesitados como él. En la segunda parte, además, (12-23), de su experiencia, desea sacar una enseñanza para los demás. Es evidente en todo el salmo su alegría y gozo interior. Solo el que vive unido a Dios Salvador puede rezar el salmo en su autenticidad. Puede escucharla como palabra de Cristo.
   2-4: Introducción: El salmista se invita a sí mismo a alabar a Dios, y también, a los hombres que son humildes como él.
   5-8: Proclama los dones que ha recibido del Señor, e intercala invitaciones a los que tiene a su alrededor a que sigan su camino.
   9-11: Llamada a que saboreen la bondad de Dios.
 12-23: El salmista expone las enseñanzas de su experiencia.
 12: Llamada.
 13: pregunta.
 14-15: Camino de fidelidad.
 16-19: El Señor no trata de la misma manera a los buenos y a los  malos.
 18-22: Cuidado de los buenos.
 23: Conclusión: resumen de todo el salmo.

Salmo


  2 Bendigo al Señor en todo momento,
     su alabanza está siempre en mi boca;
 
  3 mi alma se gloría en el Señor:
     que los humildes lo escuchen y se alegren;
 
  4 proclamad conmigo la grandeza del Señor,
     ensalcemos juntos su nombre.
 
  5 yo consulté al Señor y me respondió,
     me libró de todas mis ansías;
 
  6 contempladlo y quedareis radiantes,
     vuestro rostro no se avergonzará.
 
  7 Si el afligido invoca al Señor él lo escucha, 
     y lo salva de sus angustias;
 
  8 el ángel del Señor acampa
     en torno a sus fieles, y los protege
 
  9 Gustad y ved que bueno es el Señor,
     dichoso el que se acoge a él.
 
10 Todos sus santos, temed al Señor,
     porque nada les falta a los que lo temen;
 
11 los ricos empobrecen y pasan hambre,
     los que buscan al Señor no carecen de nada.
 
12 Venid, hijos, escuchadme:
     os instruiré en el temor del Señor;
 
13 ¿Hay alguien que ame la vida
     y desee días de prosperidad?
 
14 Guarda tu lengua del mal,
     tus labios, de la falsedad;
 
15 apártate del mal, obra el bien,
     busca la paz y corre tras ella;
 
16 los ojos del Señor miran a los justos, 
     sus oídos escuchan sus gritos;
 
17 pero el Señor se enfrenta con los malhechores
     para borrar de la tierra su memoria.
 
18 Cuando uno grita, el Señor lo escucha
     y lo libra de sus angustias;
 
19 el Señor está cerca de los atribulados,
     salva a los abatidos.
 
20 Aunque el justo sufra muchos males,
     de todos lo libra el Señor;
 
21 él cuida de todos sus huesos,
     y ni uno solo se quebrará.
 
22 La maldad da muerte al malvado,
     y los que odian al justo será castigados.
 
23 El Señor redime a sus siervos,
     no será castigado quien se acoge a él.

Palabras clave.


- Pobre: Humilde de corazón (3), el afligido (7), angustias (7), los atribulados (19), los abatidos (19.
- Hacia el Señor: Escucha al Señor (3), consulta al Señor (5.11), mirad al Señor (6), temed al Señor (10.12), se acoge a él (9.23).
La salvación: Me escuchó (5.7.), me libró de todas mis ansias (5), lo salva de todas sus angustias (7),los protege (8), los ojos del Señor miran a los justos (16), sus oídos escuchan sus gritos (16), el Señor está cerca (19), salva a los abatidos (19), de todos lo libra  el Señor (20), cuida de todos sus huesos (21), ni uno solo se  quebrará (21), el Señor redime a sus siervos  (23).
- Oración de acción de gracias: Bendigo (2), su alabanza en mi boca (2), mi alma se gloria en el Señor (3), que los humildes se alegren (3), proclamad conmigo la grandeza del Señor (4),  ensalcemos juntos su nombre (4).

La luz del Nuevo Testamento.


“Porque esto ocurrió para que se cumpliera la Escritura: no le quebrarán ni un hueso” (Jn 19, 36).
“Bendito seas, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque, si has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, se las has  revelado a la gente sencilla. Acercaos a mí todos los que estáis rendidos y abrumados, que yo os daré respiro. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón” (Mt 11, 25.28.29).
“Habéis saboreado lo bueno que es el Señor” (1 Pe 2, 3).
“Dichosos los pobres de corazón” (Mt 5, 3).

Oración


Señor Jesús,
Tú eres el Salvador de los pobres y necesitados,
consuelo de los que están abatidos.
Escúchanos con tu corazón bondadoso,
muéstranos el camino de la felicidad.
Que saboreemos en unión contigo
cuan amable es el amor de Dios
Y lo alabemos juntamente contigo
por los siglos de los siglos.