Salmo 31 (30)

Tú escuchaste mi voz suplicante
cuando yo te gritaba.
Salmo de súplica, individual.
De confianza y gratitud.

 

Tema


Oración de un justo. Se encuentra en desgracia y bajo el poder del enemigo, pero se dirige a Dios con gran confianza. Verdaderamente es pobre de corazón. Todo su descanso lo tiene en Dios, y con un deseo ardiente anhela vivir con el Señor. ¡Su oración brota de una fe firme! Nada extraño, pues, que Jesucristo ofreciera al Padre su sacrificio de la cruz, por medio de este salmo (Lc 23, 46). Se puede dividir en tres secciones.
   2-9: Oración de confianza.
   2-4: Invocación a Dios con confianza.
   5-7: Súplica con serenidad absoluta.
   8-9: Oración de acción de gracias anticipada.
 10-19: El salmista expone su situación angustiosa.
 10-14: Las penalidades del alma y del cuerpo.
 15-17: Súplica al Señor con absoluta confianza.
 18-19: Súplica contra los enemigos.
 20-25: Alabanza a Dios a modo de himno.
 20-21: La benevolencia que manifiesta a favor de los justos.
 22-23: Lo que ha hecho a favor del salmista.
 24-25: El salmista quiere transmitir también a los demás una enseñanza: que pongan en Dios su confianza.

Salmo


  2 A ti, Señor me acojo:
     no quede yo nunca defraudado;
     tú que eres justo, ponme a salvo,

  3 inclina tú oído hacia mí;
     ven a prisa a librarme,
     sé la roca de mi refugio,
     un baluarte donde me salve,

  4 tú que eres mi roca y mi baluarte;
     por tu nombre dirígeme y guíame.

  5 Sácame de la red que han tendido,
     porque tú eres mi amparo.

  6 A tus manos encomiendo mi espíritu:
     tú, el Dios leal, me libraras;

  7 tú aborreces a los que veneran ídolos inertes,
     pero yo confío en el Señor.

  8 Tu misericordia sea mi gozo y mi alegría.
     te has fijado en mi aflicción,
     velas por mi vida en peligro;

  9 no me has entregado en manos del enemigo,
     has puesto mis pies en un camino ancho,

10 Piedad, Señor, que estoy en peligro:
     se consumen de dolor mis ojos,
     mi garganta y mis entrañas.

11 Mi vida se gasta en el dolor,
     mis años, en los gemidos;
     mi vigor decae con las penas,
     mis huesos se consumen.

12 Soy la burla de todos mis enemigos,
     la irrisión de mis vecinos,
     el espanto de mis conocidos,
     me ven por la calle y escapan de mí.

13 Me han olvidado como a un muerto,
     me han desechado como a un cacharro inútil.

14 Oigo el cuchicheo de la gente,
     y todo me da miedo;
     se conjuran contra mí
     y traman quitarme la vida.

15 Pero yo confío en ti, Señor,
     te digo: “Tú eres mi Dios”.

16 En tu mano están mis azares:
     líbrame de los enemigos que me persiguen;

17 haz brillar tu rostro sobre tu siervo,
     sálvame por tu misericordia.

18 Señor, que no me avergüence de haberte invocado,
     que se avergüencen los malvados
     y bajen mudos al abismo;

19 queden mudos los labios mentirosos
     que profieren insolencias contra el justo
     con soberbia y desprecio,

20 Qué bondad tan grande, Señor,
     reservas para tus fieles,
     Y concedes a los que a ti se acogen
     a la vista de todos;

21 en el asilo de tu presencia los escondes
     de las conjuras humanas;
     los ocultas en tu tabernáculo,
     frente a las lenguas pendencieras.

22 Bendito el Señor que ha hecho por mí
     prodigios de misericordia
     en la ciudad amurallada

23 Yo decía en mi ansiedad:
     “Me has arrojado de tu vista”.
     Pero tú escuchaste mi voz suplicante,
     cuando yo te gritaba.

24 Amad al Señor, fieles suyos:
     el Señor guarda a sus leales
     y paga con creces a los soberbios.

25 Sed fuertes y valientes de corazón,
     los que esperáis en el Señor.

Palabras clave


- Aflicción: Aflicción (8), peligro (8), se consumen de dolor mis ojos (10), mi vida se gasta en el dolor (11), mis años en los gemidos (11), mi vigor decae con las penas (11), mis huesos se consumen (11), soy la burla de todos mis enemigos (12), la irrisión de mis vecinos (12), el espanto de mis enemigos (12), me han olvidado como a un muerto (13), me han desechado como a un cacharro inútil (13).
- Confianza en Dios: A ti, me acojo (2.20), sé la roca (3), baluarte (3), tú eres mi roca y mi baluarte (4), tú eres mi amparo (5), confío en el Señor (7), confió en ti, Señor (15), en tu mano están mis azares (16), ciudad amurallada (22), sed fuertes y valientes de corazón los que esperáis en el Señor (25).
- Salvación: Poner a salvo (2), librarme (3.16), mi refugio (3), donde me salve (3), dirígeme y guíame (4), sácame de la red (5), tu misericordia sea mi gozo y mi alegría (8), te has fijado (8), velas (8), no me has entregado en manos del enemigo (9), has puesto mis pies en un camino ancho (9), piedad (10), líbrame de los enemigos (16), haz brillar tu rostro (17), sálvame (17), escuchaste cuando yo te gritaba (23).

La luz del Nuevo Testamento


“Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu” (Lc 23, 46).
“Se pusieron a apedrear a Estaban, que repetía esta invocación: Señor Jesús, recibe mi espíritu” (Hch 7, 59).
 “Si somos hijos, somos también herederos: herederos de Dios, coherederos con Cristo; y el compartir sus sufrimientos es señal de que compartiremos también su gloria” (Rom 8, 17).

Oración


Señor, Dios fiel,
escuchaste el grito de la oración de Jesucristo
cuando te suplicaba en la Pasión.
Mira con bondad ahora a la humanidad oprimida,
muestra tu rostro a tus siervos,
sálvanos por tu misericordia
a cuantos hemos puesto en ti nuestra confianza
y bendícenos con tu amor admirable.