Salmo 22 (21)

El es mi alabanza
en la gran asamblea.
Salmo de súplica. Individual.
Con confianza y agradecido.

Tema


Humilde oración de alguien que se encuentra enfermo y afligido. Todos le han abandonado. Se burlan de su fe. Sin ninguna ayuda, rodeado de enemigos, se encuentra en densa oscuridad. Por parte de los hombres no tiene camino de salida. En esa situación, reza a Dios lleno de confianza y ardiente fe. De pronto, el Señor ilumina su interior intensamente y comienza a dar gracias a Dios. Cristo en la cruz, recitando este salmo, ha celebrado el misterio Pascual.
2-12: Llama a Dios Salvador con confianza.
13-22: Le expone su angustiosa situación. Esa angustiosa situación le provocan los enemigos.
23-32: Da gracias al Señor, compartiendo una comida con sus amigos. También las generaciones futuras conocerán estos hechos admirables.

Salmo


  2 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
     a pesar de mis gritos, mi oración no te alcanza.

  3 Dios mío, de día te grito, y no respondes,
     de noche, y no me haces caso:

  4 aunque tú habitas en el santuario,
     esperanza de Israel.

  5 En ti confiaban nuestros padres,
     confiaban, y los ponías a salvo;

  6 a ti gritaban y quedaban libres,
     en ti confiaban, y no los defraudaste.

  7 Pero yo soy un gusano, no un hombre,
     vergüenza de la gente, desprecio del pueblo;

  8 al verme se burlan de mí,
     hacen visajes, menean la cabeza:

  9 “Acudió al Señor, que lo ponga a salvo;
     que lo libre si tanto lo quiere”.

10 Tú eres quien me sacó del vientre,
     me tenías confiado en los pechos de mi madre;

11 desde el seno pasé a tus manos,
     desde el vientre materno tú eres mi Dios.

12 No te quedes lejos, que el peligro está cerca
     y nadie me socorre.

13 Me acorrala un tropel de novillos,
     me cercan toros de Basán;

14 abren contra mí las fauces
     leones que descuartizan y rugen.

15 Estoy como agua derramada,
     tengo los huesos descoyuntados;
     Mi corazón, como cera
     se derrite en mis entrañas;

16 mi garganta está seca como una teja,
     la lengua se me pega al paladar;
     me aprietas contra el polvo de la muerte.

17 Me acorrala una jauría de mastines,
    me cerca una banda de malhechores:

18 Me taladran las manos y los pies,
     puedo contar mis huesos.
     Ellos me miran triunfantes,

19 se reparten mi ropa,
     echan a suerte mi túnica.

20 Pero tú, Señor, no te quedes lejos;
     fuerza mía ven corriendo a ayudarme.

21 Líbrame a mí de la espada,
     y a mi única vida, de la garra del mastín;

22 sálvame de las fauces del león,
     a este pobre de los cuernos del búfalo.

23 Contaré tu fama a mis hermanos,
     en medio de la asamblea te alabaré.

24 Fieles del Señor, alabadlo,
     linaje de Jacob, glorificadlo,
     temedlo, linaje de Israel.

25 Porque no ha sentido desprecio ni repugnancia
     hacia el pobre desgraciado;
     no le ha escondido su rostro:
     cuando pidió auxilio, lo escuchó.

26 Él es mi alabanza en la gran asamblea,
     cumpliré mis votos delante de sus fieles.

27 Los desvalidos comerán hasta saciarse,
     alabarán al Señor los que lo buscan:
     viva su corazón por siempre.

28 Lo recordarán y volverán al Señor
     hasta de los confines del orbe;
     en su presencia se postrarán
     las familias de los pueblos.

29 Porque del Señor es el reino,
     él gobierna a los pueblos.

30 Ante el se postrarán las cenizas de la tumba,
     ante él se inclinarán los que bajan al polvo.
 
31 Me hará vivir para él, mi descendencia le servirá,
     hablarán del Señor a la generación futura,
 
32 contarán su justicia al pueblo que ha de nacer:
     todo lo que hizo el Señor.

Palabras clave


- Oración de súplica: Te grito (3), con la esperanza en ti (5), a ti grito (6), confianza en ti (6).
- Oración de gratitud: Contar tu fama (23), alabar al Señor (23), glorificar al Señor ( 27), mi alabanza (26), cumplir mis votos (26), hablar del Señor (31), contarán su justicia (32).
- Enemigos: Tropel de novillos (13), toros de  Basán (13), leones que descuartizan (14), mastín (21).
-.Amigos: Desvalidos (27), las familias de los pueblos (28), generación futura (31).

La luz del Nuevo Testamento


“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” (Mt 27, 46).Ahora me alegro de sufrir por vosotros, pues voy completando en mi carne mortal lo que falta a las penalidades de Cristo por su cuerpo, que es la Iglesia (Col 1, 24).
“Los sufrimientos del tiempo presente son cosa de nada comparados con la gloria que va a revelarse reflejada en nosotros” (Rm 8, 18).

Oración


Dios, fuente de la vida,
resucitando a tu Hijo Jesucristo de entre los muertos
manifiestas que nunca dejas de la mano al pobre necesitado.
Escucha la súplica del pueblo que te invoca,
sácianos de tus bienes,
y te alabaremos en la gran asamblea.