Salmo 141 (140)

No dejes inclinarse mi corazón
a la maldad.
Salmo de súplica. Individual.
De confianza.


Tema


La clave para comprender el tema principal de este salmo la tenemos en los versículos (3-4). Por lo que parece, el salmista se encuentra rodeado de gente mala, y en peligro de asociare a los malos. Pide ayuda a Dios para no caer en el peligro. Parece ser un asunto referente a la fe. Menciona la boca (3) y el corazón (4), que necesita guardarlos del peligro de los malos, para no caer en la tentación.
1-2: Llamada a Dios. El incienso y la ofrenda de la tarde parece que es lo mismo (Ex 30, 8). Lo mismo que Dios acoge con agrado la ofrenda de la tarde, que acoja también la oración del salmista.
3-4a: Súplica: Pide a Dios la fuerza necesaria para no caer en la tentación de los malos.
4b-5: Es un texto oscuro, y tenemos una traducción dudosa. El pecado se muestra muy atractivo, como felicidad. El salmista no quiere caer en esa seducción.
6-7: Parece que menciona el castigo de los malvados, para alejar a los buenos de la tentación.
8-10: Súplica de confianza (8-9); pide  que los malos caigan en sus propias redes (10).

Salmo


  1 Señor, te estoy llamando, ven de prisa,
     escucha mi voz cuando te llamo.

  2 Suba mi oración como incienso en tu presencia
     el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde.

  3 Coloca, Señor, una guardia en mi boca,
     un centinela a la puerta de mis labios;

  4 no dejes inclinarse mi corazón a la maldad,
     a cometer crímenes y delitos;
     ni que con los hombres malvados
     participe en banquetes.

  5 Que el justo me golpee, que el bueno me reprenda,
     pero que el ungüento del impío no perfume mi cabeza;
     yo seguiré rezando en sus desgracias

  6 Sus jefes cayeron despeñados,
     aunque escucharon mis palabras amables;

  7 como una piedra de molino, rota por tierra,
     están esparcidos nuestros huesos a la boca de la tumba.

  8 Señor, mis ojos están vueltos a ti,
     en ti me refugio, no me dejes indefenso;

  9 guárdame del lazo que me han tendido,
     de la trampa de los malhechores.

10 Caigan los impíos en sus propias redes,
     mientras yo escapo libre.


Palabras clave


- Los malos: Con los hombres malvados (4), impíos (5.10), sus jefes (6), los malhechores (9).
- Peligro: Del lazo que me han tendido (9), la trampa de los malhechores (9).
- Súplica: Te estoy llamando (1), ven de prisa (1), escucha mi voz (1), suba mi oración (2), el alzar de mis manos (2) coloca una guardia en mi boca (3), no dejes inclinarse mi corazón a la maldad (4), ni que con los hombres malvados participe en banquetes (4) mis ojos están vueltos a ti (8), guárdame (9), mientras yo escapo libre (10).


La luz del Nuevo Testamento


“Al entrarle la angustia se puso a orar con más insistencia” (Lc 22, 43).
“Pedid no caer en la tentación” (Lc 22, 40).
“Esta ralea no sale más que a fuerza de oración” (Mc 9, 29).
“No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del Malo” (Mt 6, 13).
“Por la misericordia de Dios os suplico, hermanos, que ofrezcáis vuestra propia existencia como sacrificio vivo, consagrado, agradable a Dios… No os amoldéis a este mundo… Aborreced lo malo y apegaos a lo bueno… Que la esperanza os tenga alegres, sed enteros en las dificultades y asiduos en la oración… Bendecid a los que os persiguen… No te dejes vencer por el mal, vence al mal a fuerza del bien” (Rom 12, 1.2.9.12.14.21).

Oración


Señor, que atendiendo la enseñanza de Jesús,
no abandonemos la oración
en nuestros peligros y tentaciones.
Si no que suba hasta ti,
como incienso perfumado,
como ofrenda de la tarde,
y que alcancemos de ti
el vivir sin que nuestro corazón
se incline al mal
en nuestros peligros y tentaciones.