Salmo 126 (125)

Cambia, Señor, nuestra suerte.
Salmo de súplica. Colectivo. De confianza.
Séptimo de los salmos de subida.

Tema


Este salmo, en principio, parece que fue creado para celebrar el gozo del regreso a Palestina de los israelitas desde el destierro de Babilonia. (1-3). Pero después, cuando entre los israelitas surgieron nuevas dificultades (Ne 6; 13; Esd 4-7), este salmo se interpretó como salmo de súplica (4-6). La salvación que Dios les había prometido, por medio de los profetas, todavía no la habían alcanzado plenamente, y se lo piden a Dios. Este salmo es para rezarlo mirando a la salvación definitiva con esperanza. Es semejante al salmo 84.
1-3: Los israelitas celebran la alegría de la vuelta a casa del destierro de Babilonia. También los gentiles conocen la mano salvadora de Dios.
4-6: Súplica. Después de la vuelta de Babilonia, cuando los israelitas comenzaron a vivir en Palestina, les surgieron dificultades insospechadas. Con todo no desistieron; recordaban la fuerza salvadora con que el Señor los había sacado de Babilonia. Manifiestan esa esperanza por medio de dos imágenes: Lo mismo que la tierra árida del Negueb se empapa con la lluvia que envía el Señor (4b), de la misma forma obtendrán la vida nueva el pueblo de Israel. La tarea del sembrador es dura, pero la recolección de otoño le proporcionará alegría (5-6).

Salmo


1 Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
   nos parecía soñar:

2 La boca se nos llenaba de risas,
   la lengua de cantares.
  Hasta los gentiles decían: “El Señor
   ha estado grande con ellos”.

3 El Señor ha estado grande con nosotros,
   y estamos alegres.

4 Que el Señor cambie nuestra suerte,
   como los torrentes del Negueb.

5 Los que sembraban con lágrimas,
   cosechan entre cantares.

6 Al ir, iba llorando,
   llevando la semilla;
   al volver, vuelve cantando,
   trayendo sus gavillas.

Palabras clave



- El destierro y la libertad: Cambió la suerte (1), al ir (6), al volver (1), al volver (6).
- Llanto y alegría: Lágrimas (5), llorando (6), risas (2), cantares (2), estamos alegres (3), cosechan entre cantares (5), vuelve cantando (6).
- La siembra y recolección: Siembra (5), llevando la semilla (6), cosechan (5), trayendo sus gavillas (6).

La luz del Nuevo Testamento


“Al llegar a casa reúne a los amigos y a los vecinos para decirles: _ ¡Dadme la enhorabuena! He encontrado la oveja que se me había perdido” (Lc 15, 6).
“Si el grano de tierra cae en tierra y no muere, queda infecundo; en cambio, si muere, da fruto abundante” (Jn 12, 24).
“Dichosos los que lloran, porque serán consolados” (Mt 5, 5)
“Padre nuestro, venga tu reino” (Mt 6, 10).
“El enjugará las lágrimas de sus ojos, ya no habrá muerte ni luto ni llanto ni dolor, pues lo de antes ha pasado” (Ap 21, 4).


Oración


Dios Salvador nuestro,
por medio de tu Hijo
nos has liberado del yugo del pecado,
y con gozo celebramos tu admirable salvación.
Pero todavía nuestra siembra
de hoy no se realiza sin llanto.
Orienta nuestro corazón hacia tu luz,
y concédenos alegría para entregarnos al trabajo
con la esperanza de la cosecha en el futuro.