Salmo 107 (106)

Los arrancó
de la tribulación.
Salmo de acción de gracias.

Tema


Este salmo nos trae una oración de acción de gracias del pueblo que ha adquirido la libertad, gracias a la mano vigorosa de Dios, tal vez, al final del destierro de Babilonia. En la primera sección (4-32), menciona cuatro grupos distintos, que dan gracias a Dios tras haber superado una situación angustiosa. En los cuatro, la oración tiene la misma estructura: 1. Mención del peligro; 2. Súplica a Dios pidiendo ayuda; 3. La intervención salvadora de Dios; 4. Llamamiento a dar gracias.
También la segunda sección (33-42), tiene como tema, la liberación de Dios a su pueblo de la esclavitud de Babilonia, pero sin la expresividad de la primera sección. En esta sección maneja las imágenes del 2º Isaías. Introducción (1-3), y final (43), son añadidos posteriores. Este salmo para nosotros hoy es la acción de gracias de los que vivimos la liberación de la Pascua de Cristo.
  1-3: Introducción. Invitación a dar gracias a Dios. Parece un añadido para ser  utilizado en la liturgia.
  4-32: Cuatro secciones diferenciadas de acción de gracias.
  4-9: Oración de acción de gracias de los que anduvieron perdidos en el desierto.
10-16: Oración de acción de gracias de los que fueron  liberados de la cárcel.
17-22: Oración de acción de gracias de los enfermos curados.
23-32: Oración de acción de gracias de los que se salvaron de la tempestad del mar.
33-42: La actuación admirable de Dios en la salvación del pueblo.
33-34: El castigo que Dios les ha dado por el pecado: el destierro (Is 42,15; 44, 27).
35-36: Dios los ha devuelto a Jerusalén, haciendo maravillas (Is 41,18; 43, 18-21).
37-38: De nuevo la abundancia en Palestina (Is 49,19; 65-21).
39-41: Ha salvado a los necesitados, pero a los nobles les ha demostrado desprecio (Is 47).
42: La alegría de Israel tras haber vuelto a casa (Is 54, 1).
43: Final. Los Israelitas deben sacar lecciones de vida para el futuro tras el destierro de Babilonia.

Salmo


  1 Dad gracias al Señor porque es bueno,
     porque es eterna su misericordia.

  2 Que lo confiesen los redimidos por el Señor,
     los que él rescató de la mano del enemigo,

  3 los que reunió de todos los países:
     norte, sur, oriente y occidente.

  4 Erraban por un desierto solitario,
     no encontraban el camino de ciudad habitada;

  5 pasaban hambre y sed,
     se les iba agotando la vida;

  6 pero gritaron al Señor en su angustia,
     y los arrancó de la tribulación.

  7 Los guió por un camino derecho,
     para que llegaran a ciudad habitada.

  8 Den gracias al Señor por su misericordia
     por las maravillas que hace con los hombres.

  9 Calmó el ansia de los sedientos,
     y a los hambrientos los colmó de bienes.

10 Yacían en oscuridad y tinieblas,
      cautivos de hierros y miserias;

11 por haberse rebelado contra los mandamientos,
     despreciando el plan del Altísimo.

12 El humilló su corazón con trabajos,
     sucumbían y nadie los socorría.

13 Pero gritaron al Señor en su angustia,
     y los arrancó de la tribulación.

14 Los sacó de las sombrías tinieblas,
     arrancó sus cadenas.

15 Den gracias al Señor por su misericordia,
     por las maravillas que hace con los hombres.

16 Destrozó las puertas de bronce,
     quebró los cerrojos de hierro.

17 Estaban enfermos, por sus maldades,
     por sus culpas eran afligidos;

18 aborrecían todos los manjares,
     y ya tocaban las puertas de la muerte.

19 Pero gritaron al Señor en su angustia,
     Y los arrancó de la tribulación.

20 Envió su palabra, para curarlos,
     para salvarlos de la perdición.

21 Den gracias al Señor por su misericordia,
     por las maravillas que hace con los hombres.

22 Ofrézcanle sacrificios de alabanza
     y cuenten con entusiasmo sus acciones.

23 Entraron en naves por el mar,
     comerciando por las aguas inmensas.

24 Contemplaron las obras de Dios,
     sus maravillas en el océano.

25 Él habló y levantó un viento tormentoso,
     que alzaba las olas a lo alto:

26 subían al cielo, bajaban al abismo,
     el estómago revuelto por el mareo,

27 rodaban, se tambaleaban como borrachos,
     y no les valía su pericia.

28 Pero gritaron al Señor en su angustia,
     y los arrancó de la tribulación.

29 Apaciguó la tormenta como suave brisa,
     y enmudecieron las olas del mar.

30 Se alegraron de aquella bonanza,
     y él los condujo al ansiado puerto.

31 Den gracias al Señor por su misericordia,
     por las maravillas que hace con los hombres.

32 Aclámenlo en la asamblea del pueblo,
     alábenlo en el consejo de los ancianos.

33 Él transforma los ríos en desierto,
     los manantiales de agua en aridez;

34 La tierra fértil en marismas,
     por la depravación de sus habitantes.

35 Transforma el desierto en estanques,
     el erial en manantiales de agua.

36 Coloca allí a los hambrientos,
     y fundan una ciudad para habitar.

37 Siembran campos, plantan huertos
     recogen cosechas.

38 Los bendice, y se multiplican,
     y no les escatima el ganado.

39 Si menguan abatidos por el peso
     de infortunios y desgracias,

40 el mismo que arroja desprecio sobre los príncipes,
     y los descarría por una soledad sin caminos,

41 levanta a los pobres de la miseria,
     y multiplica sus familias como rebaños.

42 Los rectos lo ven, y se alegran,
     a la maldad se le tapa la boca.

43 El que sea sabio, que recoja estos hechos
     y comprenda la misericordia del Señor.

Palabras clave


- Tribulaciones: Erraban por un desierto solitario (4), pasaban hambre y sed (5), yacían en oscuridad y tinieblas (10), ya tocaban las puertas de la muerte (18), no les valía su pericia (27)…
- Libertad: El Señor los rescató (2), los reunió de todos los países (3), los arrancó de la tribulación (6), los sacó de las sombrías tinieblas (14), arrancó sus cadenas (14), destrozó las puertas de bronce (16), quebró los cerrojos de hierro (16).
- Acción de gracias: Dad gracias al Señor (1), den gracias (8.15.21.31.), ofrézcanle sacrificios de alabanza (22), cuenten con entusiasmo sus acciones (22), aclámenlo en la asamblea del pueblo (32), alábenlo en el consejo de los ancianos (32).

La luz del Nuevo Testamento


“El envió su mensaje a los israelitas anunciando la paz que traería Jesús el Mesías, que es Señor de todos” (Hch 10, 36).
“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido para que dé la buena noticia a los pobres. Me ha enviado para anunciar la libertad a los cautivos” (Lc 4, 18).
“Jesús tomó los panes, pronunció la acción de gracias, y los repartió a la gente con los pescados, todo lo que quisieron” (Jn 6, 11).
“Dando gracias con alegría al Padre, que os ha hecho dignos de tener parte en la herencia de los consagrados, en la luz. Porque él nos sacó del dominio de las tinieblas para trasladarnos al Reino de su Hijo querido” (Col 1, 12-13).

Oración


Señor, te damos gracias
porque tu amor es eterno.
Tú lo puedes todo.
Líbranos también hoy del peso de nuestros pecados,
líbranos de nuestro orgullo y prepotencia
de nuestro odio y de nuestra maldad.
Reúnenos en la unidad en la Iglesia de tu Hijo
y te celebraremos en la asamblea del pueblo.